jueves, 13 de septiembre de 2007

Los niños héroes y el mundo perdido


Hoy se rinde honores a los "niños héroes" que en 1847 perdieron la vida defendiendo el castillo de Chapultepec durante la guerra contra Estados Unidos.

El hecho no deja de ser digno de elogio; dar la vida, que es lo único que tenemos siempre tendrá su valor. Y seguramente esos jóvenes cadetes dada su corta edad eran bastante idealistas y pelearon por convicción.

Lamentablemente lo suyo era una causa perdida, la guerra estaba condenada al fracaso, como tenía que ser, puesto que México era un país desorganizado, en ruina económica, política y social, del que todavía no sabíamos ni que queríamos hacer.

Se hizo lo que se pudo, López de Santa Ana tuvo que negociar y se perdió Texas y la región conocida como la Alta California (actuales Arizona,California,Nevada, Utah, Nuevo México y parte de Colorado y Wyoming).

Relacionado con esto me llegó una presentación en donde echaban pestes en contra de Santa Ana y los gringos rateros, despotricando para que nos devuelvan esas tierras después de 190 años.

-Decía en una de sus diapositivas; "esto ha creado un gran resentimiento, que aun sigue vivo entre mexicanos y estadounidenses el cual es difícil de borrar" .

Al menos yo no comparto ese sentimiento y como el sueño de muchos mexicanos es ligarse a una gringa, supongo que ellos tampoco.

Lo cierto es que este tipo de lloriqueos ya me tiene hasta la coronilla, hay que decir las cosas como fueron y no podemos pasar por alto cinco verdades muy claras para dejar este asunto por la paz:

-Primero, el mencionado territorio era mas de ellos que nuestro. Allí solo habitaban colonos anglosajones desde el virreinato y por eso mismo, el estado de Texas se había independizado unos años antes ya que no quería tener nada que ver con México.

Lo cual en un sistema federalista estaban en su derecho de hacer. Aunque México en ese entonces se opuso y eso terminó desencadenando la guerra donde al final se sirvieron con la cuchara grande.

-Segundo, ese territorio no era precisamente nuestro tampoco, sino de los españoles que fueron quienes lo conquistaron y a quienes nosotros se lo quitamos con nuestra independencia en 1821 apenas unos años antes, aprovechando su mal momento histórico dado que habían sido invadidos por Francia.

Así que aquí aplicaría aquello de ladrón que roba a ladrón.

-Tercero, nunca estuvimos en posición de controlar, poblar o tan siquiera saquear esos territorios ya que apenas y podíamos controlar el resto del país. Nuestras fronteras aún se estaban definiendo, tan mal estaban las cosas que el mismo Yucatán aprovechó el momento para independizarse también.

De hecho la república de Yucatán comprendió los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo (nos hubiéramos quedado sin la Riviera Maya ) pero finalmente volvieron a unírsenos al terminar la guerra en la que permanecieron neutrales...que a todo dar.

-Cuarto, al final nos pagaron cerca de 12 millones de pesos por ello, lo que financieramente hablando para un país en ruinas era una fortuna por un pedazo de desierto, que en nuestras manos seguramente seguiría siendo precisamente eso, un pedazo de desierto. O estaría lleno de lugares como los de nuestra actual frontera norte.

En ese entonces ni siquiera se sabía que existía petróleo en Texas, para los que estén pensando que fue una guerra por petróleo, ni se utilizaba el petróleo porque no habían automóviles, se inventaron hasta 1860.

-Y quinto, la gente que habita esos territorios hoy en día, debe estar de lo mas contenta de haberse quedado del lado gringo y eso es lo único que importa.

Mientras, los que nos quedamos de este lado del rio, seguimos siendo saqueados, explotados y arruinados por el FOBAPROA y nuestros propios compatriotas. Eso si, con nuestro orgullo nacional intacto.

Lo anterior puede sonar antipatriótico, no lo es. Simplemente hay que ver la historia entendiendo su momento y dejarse de reclamos sin sentido.

Es como si los españoles vinieran ahora a reclamar derechos históricos sobre México porque se lo quitamos a la mala. Bueno pues así fue, que se le va a hacer, ahora ya es de nosotros.

2 comentarios:

C Ramz dijo...

Estimado iconoclasta:

Estuve leyendo esta entrada en tu blog respecto de los Niños Héroes...

Tus párrafos son un claro ejemplo de la razón por la cual nuestro país esta sumido en la mierda.

La evidente falta de conocimientos históricos en la mayoria de la poblacion, que por supuesto te incluye, me indigna. Desgraciadamente no es sorpresa hoy en dia encontrar aseveraciones infundadas sobre hechos del pasado que lo único que promueven es la estupidez y la falta de respeto a nuestros símbolos patrios.

Por supuesto que los cadetes del Heróico Colegio Militar dieron su vida por defender la patria. Que es lo mínimo, repito lo mínimo, que cuaquier ciudadano debe estar dispuesto a dar por su nación. Los valores eran diferentes. Las convicciones verdaderas. El honor era un palabra que tenia significado.

No podemos entender la forma en que los ideales eran defendidos en pleno siglo XIX, pues su educación era totalmente distinta a como es ahora. te sugiero te documentes apropiadamente antes de emitir una entrada como las que haces en este espacio.

Por cierto. ¿Cómo te atreves a escribir sobre la heróica defensa de Chapultepec y pones una imagen de super-héroes? Por ese tipo de acciones nuestros niños ya no respetan los símbolos que nos identifican como nación.

ĭçoŋoçlast@.·´¯`·.¸ dijo...

c ramz,
En primer lugar reconocí lo noble de la acción de los niños heroes aunque lo inútil también y eso lo dice la historia no yo.

Pelearon una batalla que no podían ganar, en una guerra que México no podía ganar, reconocerlo no te quita lo mexicano, pero negarlo es un acto de ignorancia pura.

Y como si reconocer las derrotas y defectos de México fuera un acto antipatriota. Lo antripatriota es querer inventar un pasado perfecto que no se tiene.

Nuestra historia ha sido nefasta en cuanto a resultados. Muchos heroes han dado su vida inútilmente, desde la independencia hasta la revolución que terminó en 70 años de dictadura priísta.

Negarlo, es negarse a la oportunidad de hacer las cosas como debe ser partiendo del reconocimiento de los errores y fracasos del pasado.

Si tu quieres subir a los heroes a un pedestal, es asunto tuyo, los mios son de carne y hueso. Y mi país de aciertos y errores.