jueves, 29 de mayo de 2008

¡¿Dónde están las pinches llaves?!


Generalmente me puedo jactar de tener buena memoria y de ser lo suficientemente ordenado como para no andar perdiendo las cosas.

De hecho nunca he perdido nada importante y ni siquiera he tenido que recurrir alguna vez a la conocida frase de ¡¿dónde están las pinches llaves?!

Con eso lo digo todo.

Sin embargo, la última semana fue muy accidentada. Llena de olvidos y distracciones de un solo golpe.

Un día se me cayó una lata en el pie y me maduró el dedo gordo...unos días después metí la mano en las aspas del ventilador y me magulló el pulgar derecho...y finalmente lo más grave de todo: perdí mi porta credenciales con todas mis tarjetas e identificaciones dentro... mi peor pesadilla se había hecho realidad.

Sobra decir que tuve que cancelar y renovar a la brevedad mis tarjetas de débito, de crédito, credencial de elector, licencia de manejo, credencial del ISSET, tarjeta de Liverpool y de Coppel, monederos electrónicos, similares y conexos...con las vueltas que ello implica y que ameritan ser tema de otro post.

¿Cúal sería el motivo de tanta distracción? era la pregunta obligada, ¿la edad, falta de vitaminas, preocupaciones, mala vibra, demasiado sexo?.

Pero mientras mas lo analizaba ninguna parecía ser la causa directa, ya que siempre paso por las mismas cosas excepto demasiado sexo dicho sea de paso, por lo que no encontraba una explicación convincente.

Así estuve varios días tratando de entender lo que pasaba cuando un disimulado bostezo me iluminó: ¡! el horario de verano ¡!

Y es que la mencionada disposición de adelantar una hora el reloj en el mes de abril estaba haciendo estragos conmigo después de un par de meses de mal dormir.

Ya había notado en años anteriores que me mantenía somnoliento pero nunca llegué al extremo de caer en lagunas mentales.

Me di cuenta de que me cuesta trabajo levantarme en la mañana, que me la paso con sueño en el trabajo, sin lucidez, lleno de distracciones y falto de ideas...(hasta pensé en fusilarle un post a Briones o a Evil Charlie).

Mucho se discutió en su momento el mencionado cambio de horario desde el gobierno de Zedillo, ya que según esto era para ahorrarle energía al país, así como ahora la reforma energética es para aprovechar el petróleo en aguas profundas.

La realidad es que solo fue una disposición para adecuar nuestros horarios a los estadounidenses con fines mercantiles.

Pero en cuanto al ahorro de energía ni el gobierno ha demostrado ahorrar un peso ni mucho menos los contribuyentes hemos ahorrado un centavo ya que si nos levantamos más temprano más temprano tenemos que encender las luces para comenzar a arreglarnos.

Lo malo es que ya pagué las consecuencias de estas tarugadas.

jueves, 22 de mayo de 2008

Dios a Fuego Lento


Dios es un ser que a nadie le consta que existe pero que todos permiten que controle su vida.

Creo al mundo en 6 días y el séptimo descansó. Tampoco le quedó muy bien que digamos pero es lógico tomando en cuenta que empezó en lunes cuando ni las gallinas ponen.

Nos creó a su imagen y semejanza por lo que debe ser una especie de hermoso anciano con barbas blancas. Esto resulta afortunado ya que si hubiera sido peludo y con ocho patas nosotros seríamos una especie de arañas patonas.

Posee además todas las virtudes del universo, aunque irónicamente es tan inseguro que necesita que unas criaturas insignificantes y mediocres lo alaben día y noche.
Para eso no dió libre albedrío, para que libremente escogiéramos la manera de adorarlo.

Dios es amor. Lo cual tampoco le impide castigarnos con mas saña que la de Hítler con los judíos.

Entre sus castigos favoritos están expulsarnos del paraíso por atrevernos a pensar, ahogarnos en un diluvio universal o condenarnos a una eternidad en el infierno sin posibilidad de perdón. “Ahí será el lloro y el crujir de dientes”...suena feo.

También nos dio una vida, la cual debemos frustrar de puro gusto con tal de que nos premie con una vida eterna cuando nos muramos. Claro está que si resulta mentira no disfrutaremos de ésta vida ni de la eterna tampoco.

Para merecerlo, nos dejó una serie de reglas castrantes que no se pueden cumplir. Todo este jueguito le produce un morboso placer que no podemos entender porque son cosas de dios.

A pesar de ser omnipotente y omnipresente, es incapaz de aparecérsenos y decirnos personalmente que diablos quiere de nosotros, lo mas que hace es espiarnos mientras estamos en el baño.

Por los mismo hay que enterarse de sus planes a través de intermediarios que se dicen mensajeros suyos. Lo cuales nunca se ponen de acuerdo entre sí por lo que terminan en guerras santas, dicho sea de paso.

Finalmente muchos se preguntan de qué color es la piel de dios. Yo no, así que no voy a contestar esa pregunta.

viernes, 9 de mayo de 2008

Carta de Susanita a Mafalda.

Para este 10 de mayo día de las madres, se me ocurrió está bonita historia...Espero que Quino no se moleste por esta adaptación libre de sus personajes.



Querida Mafalda:

Nacimos en una era de grandes cambios para la humanidad y de grandes utopías.

Creciste con los ideales de Luther King, del Ché Guevara e Indira Gandhi.

Sé por Miguelito que piensas en Irak como lo hacías con Vietnam, que organizas marchas con los globalifóbicos, que envías emails para salvar a los delfines y que abogas por nuevos derechos para la mujer.

Supe por Manolito que acabaste tu maestría, que das clases en la universidad y que impartes conferencias por todo el país.

Que decidiste nunca casarte para no ser víctima de la sociedad patriarcal ni esclavizarte a una rutina de pañales y biberones para no limitar tu crecimiento como mujer.

Aunque el mundo no mejoró mucho desde la época en que éramos niñas debe ser una gran satisfacción para tí tener tantos logros personales.

Ahora que tienes 50 años sin duda te sientes realizada mientras contemplas todos esos títulos colgados en tu pared.

Yo por mi parte sigo siendo la misma de siempre. Recuerda que nunca soñé con dedicarme a cosas tan importantes para la humanidad. Que jugaba con Felipito a que éramos marido y mujer todo el tiempo.

Simplemente he creído en el valor de la familia. Mi mayor satisfacción ha sido contemplar el atardecer de la mano de mi esposo mientras envejecemos juntos.

Nada me hizo más feliz que unas pataditas en mi vientre. Nada me maravilló más que una manito agarrando mi dedo.
Nada me hizo sonreír tanto como las travesuras de mis 4 hijos que logré hacer personas de bien. Y nada me alegra más que enseñar a caminar a mi primera nieta que se llama como yo, dicho sea de paso.

Aunque el mundo no mejoró mucho desde la época en que éramos niñas es una gran satisfacción para mí tener tantos logros personales.

Ahora que tengo 50 años sin duda me siento realizada mientras contemplo a todos eso seres queridos sentados frente a mí.

Mi única vocación era ser madre.

Susanita.