Generalmente me puedo jactar de tener buena memoria y de ser lo suficientemente ordenado como para no andar perdiendo las cosas.
De hecho nunca he perdido nada importante y ni siquiera he tenido que recurrir alguna vez a la conocida frase de ¡¿dónde están las pinches llaves?!
Con eso lo digo todo.
Sin embargo, la última semana fue muy accidentada. Llena de olvidos y distracciones de un solo golpe.
Un día se me cayó una lata en el pie y me maduró el dedo gordo...unos días después metí la mano en las aspas del ventilador y me magulló el pulgar derecho...y finalmente lo más grave de todo: perdí mi porta credenciales con todas mis tarjetas e identificaciones dentro... mi peor pesadilla se había hecho realidad.
Sobra decir que tuve que cancelar y renovar a la brevedad mis tarjetas de débito, de crédito, credencial de elector, licencia de manejo, credencial del ISSET, tarjeta de Liverpool y de Coppel, monederos electrónicos, similares y conexos...con las vueltas que ello implica y que ameritan ser tema de otro post.
¿Cúal sería el motivo de tanta distracción? era la pregunta obligada, ¿la edad, falta de vitaminas, preocupaciones, mala vibra, demasiado sexo?.
Pero mientras mas lo analizaba ninguna parecía ser la causa directa, ya que siempre paso por las mismas cosas excepto demasiado sexo dicho sea de paso, por lo que no encontraba una explicación convincente.
Así estuve varios días tratando de entender lo que pasaba cuando un disimulado bostezo me iluminó: ¡! el horario de verano ¡!
Y es que la mencionada disposición de adelantar una hora el reloj en el mes de abril estaba haciendo estragos conmigo después de un par de meses de mal dormir.
Ya había notado en años anteriores que me mantenía somnoliento pero nunca llegué al extremo de caer en lagunas mentales.
Me di cuenta de que me cuesta trabajo levantarme en la mañana, que me la paso con sueño en el trabajo, sin lucidez, lleno de distracciones y falto de ideas...(hasta pensé en fusilarle un post a Briones o a Evil Charlie).
Mucho se discutió en su momento el mencionado cambio de horario desde el gobierno de Zedillo, ya que según esto era para ahorrarle energía al país, así como ahora la reforma energética es para aprovechar el petróleo en aguas profundas.
La realidad es que solo fue una disposición para adecuar nuestros horarios a los estadounidenses con fines mercantiles.
Pero en cuanto al ahorro de energía ni el gobierno ha demostrado ahorrar un peso ni mucho menos los contribuyentes hemos ahorrado un centavo ya que si nos levantamos más temprano más temprano tenemos que encender las luces para comenzar a arreglarnos.
Lo malo es que ya pagué las consecuencias de estas tarugadas.
De hecho nunca he perdido nada importante y ni siquiera he tenido que recurrir alguna vez a la conocida frase de ¡¿dónde están las pinches llaves?!
Con eso lo digo todo.
Sin embargo, la última semana fue muy accidentada. Llena de olvidos y distracciones de un solo golpe.
Un día se me cayó una lata en el pie y me maduró el dedo gordo...unos días después metí la mano en las aspas del ventilador y me magulló el pulgar derecho...y finalmente lo más grave de todo: perdí mi porta credenciales con todas mis tarjetas e identificaciones dentro... mi peor pesadilla se había hecho realidad.
Sobra decir que tuve que cancelar y renovar a la brevedad mis tarjetas de débito, de crédito, credencial de elector, licencia de manejo, credencial del ISSET, tarjeta de Liverpool y de Coppel, monederos electrónicos, similares y conexos...con las vueltas que ello implica y que ameritan ser tema de otro post.
¿Cúal sería el motivo de tanta distracción? era la pregunta obligada, ¿la edad, falta de vitaminas, preocupaciones, mala vibra, demasiado sexo?.
Pero mientras mas lo analizaba ninguna parecía ser la causa directa, ya que siempre paso por las mismas cosas excepto demasiado sexo dicho sea de paso, por lo que no encontraba una explicación convincente.
Así estuve varios días tratando de entender lo que pasaba cuando un disimulado bostezo me iluminó: ¡! el horario de verano ¡!
Y es que la mencionada disposición de adelantar una hora el reloj en el mes de abril estaba haciendo estragos conmigo después de un par de meses de mal dormir.
Ya había notado en años anteriores que me mantenía somnoliento pero nunca llegué al extremo de caer en lagunas mentales.
Me di cuenta de que me cuesta trabajo levantarme en la mañana, que me la paso con sueño en el trabajo, sin lucidez, lleno de distracciones y falto de ideas...(hasta pensé en fusilarle un post a Briones o a Evil Charlie).
Mucho se discutió en su momento el mencionado cambio de horario desde el gobierno de Zedillo, ya que según esto era para ahorrarle energía al país, así como ahora la reforma energética es para aprovechar el petróleo en aguas profundas.
La realidad es que solo fue una disposición para adecuar nuestros horarios a los estadounidenses con fines mercantiles.
Pero en cuanto al ahorro de energía ni el gobierno ha demostrado ahorrar un peso ni mucho menos los contribuyentes hemos ahorrado un centavo ya que si nos levantamos más temprano más temprano tenemos que encender las luces para comenzar a arreglarnos.
Lo malo es que ya pagué las consecuencias de estas tarugadas.