Cómo tenía que suceder, México se encuentra ante el umbral del hembrismo con la posibilidad de tener una mujer presidente, -así con e, puesto que tampoco decimos presidento-.
Y es que el PAN -partido de ultra derecha- tiene como candidata a la Presidencia de la República a Josefina Vázquez Mota, quien no es la primera mujer candidata -ya van 5, cosa que nadie recuerda por estar viendo telenovelas- pero sí la primera con posibilidades reales de ser presidente puesto que es postulada por el partido en el poder.
Lamentablemente no se trata de una mujer especial o que haya llegado a ese lugar por sus grandes ideas sino por ser producto del tráfico de influencias y del brinco de un cargo público a otro.
Lo más grave del asunto es que cometió el error hace meses -de lo cual se ha de estar arrepintiendo- de publicar su gran best seller titulado: "Dios mío, hazme viuda por favor".
El sólo título conlleva una gran carga de misandria -odio al varón- y aunque en su interior intenta manipular dolosamente la frase, diciendo que significa otra cosa, a nadie -excepto a los hembristas- puede engañar con semejante falacia.
Para ella queda muy claro que lo mejor que puede pasarle a una mujer es que se muera su marido, y a sabiendas de que la gente se queda siempre con los encabezados su intención es netamente denigrante y violenta hacia el varón.
Es aberrante pensar que algún hombre en su sano juicio se atreva a votar por ella y ninguna mujer que valore la equidad de género pueda tener el descaro de considerar a alguien que se atreve a esgrimir una frase tan descaradamente hembrista.
Sin embargo, en un país como México con tanta publicidad hembrista alrrededor, el riesgo de que gane es real y con ello la posiblidad de enfrentarnos a un régimen netamente misándrico.
A nadie le importa que como diputada fué la más faltista de su bancada, ni que como Secretaría de Educación hundió al país en los últimos lugares a nivel mundial, ni que como Secretaria de Desarrollo Social se olvidó de rescatar a los indigenas Tarahumaras que a últimas fechas fueron noticia por estarse muriendo de hambre -y suicidándose según dijeron-, ni que haya dejado sin ayuda humanitaria a los damnificados por las inundaciones -5 seguidas- en Tabasco; porque no, lo único que importa es que es mujer y por lo tanto tiene que ser buena, sensible y honesta como dice la mercadotecnia de género que nos inunda.
Y a mí, eso es lo que más me preocupa, que en un país dogmático y manipulado como es México, semejante aberración puede llegar a ser presidente.
Lástima que no tengo otro lugar a donde ir porque si gana Josefina por primera vez en mi vida me avergonzaré de ser mexicano.
Dios mío, hazme gringo por favor!!!!!