miércoles, 25 de febrero de 2009

Que poca Cultura Madre.


En días pasados 23 esculturas del parque museo de La Venta en Villahermosa fueron bañadas con jugo de uva en un extraño ritual religioso por 3 integrantes de la llamada Nueva Generación Internacional a la que pertenecen destacados políticos y funcionarios tabasqueños.

Según se supo su intención era alejar las malas vibras, lograr la paz mundial y ganar las próximas elecciones estatales del mes de julio.

En realidad el daño es superficial pero ha servido para sacar a colación frases como daño patrimonial, cultura madre y desprecio a nuestros antepasados.

Lo curioso es que las esculturas se encuentran al aire libre desde hace décadas en el parque La Venta lleno de vegetación tropical, expuestas a la lluvia ácida, el sol tabasqueño, los insectos, los excrementos de pájaro, el orín de perros, las últimas 2 inundaciones y los visitantes que se apoyan en ellas para tomarse fotos con las manos llenas de chamoy.

Ahora resulta que esto nunca ha preocupado a nadie pero si un poco de jugo de uva.

A mi me preocupa mas que haya gente tan ignorante que siga creyendo en rituales mágicos para alejar las malas vibras dicho sea de paso.

También es mas importante vigilar el daño patrimonial que causa la corrupción y el desvío de recursos que es el principal mal que aqueja a nuestro país.

En Tabasco por ejemplo es sabido que los funcionarios de primer nivel cobran “bonos de fatiga” de 400 mil pesos, sin mencionar el daño que sigue causando PEMEX a nuestra naturaleza...o a lo que queda de ella.

En cuanto a la cultura, reconozco el valor de cuidar los monumentos antiguos para efectos de estudio, seguramente dentro de 5 mil años pondrían en un museo nuestros inodoros actuales si fueran descubiertos por alguna cultura posterior, pero lo cierto es que a veces se cuida más el pasado que el presente.

Los Olmecas llevaban mil años extinguidos cuando llegaron los españoles por lo que no tenemos ninguna relación cultural o genética con los mismos y es incorrecto llamarlos cultura madre.

Al rato podríamos encontrar unas pirámides en honor a Tutankamón en nuestras selvas y no por ello los egipcios se convertirían automáticamente en nuestros antepasados cuando realmente nada nos une con ellos.

Seguramente tenemos mas influencia cultural y genética de los gringos que de los Olmecas y aún así a nadie se le ocurriría llamarlos ni siquiera cultura hermana, ya no digamos madre.