viernes, 21 de mayo de 2010

Ley Arizona


Gran revuelo ha causado en México la aprobación en Arizona de la famosa ley SB1070.

Aunque ha tratado de dársele un enfoque racista la realidad es que el único trasfondo es económico. Y es que el gobierno mexicano y todos los que le siguen el juego, tienen pavor de que se pierdan en Estados Unidos los empleos que nuestro “presidente del empleo”, como se auto nombró Felipe Calderón en campaña, no ha podido generar en este país.

Lo que les importa son las remesas que dejarán de recibirse y no el trillado argumento de los derechos humanos que es lo que menos se respeta en México, que dicho sea de paso ocupa uno de los peores lugares en esa materia.

Resulta que nuestros gobernantes están indignados por los latinos que pueden ser repatriados argumentando que el hecho de identificarlos por su apariencia es una afrenta terrible cuando en cualquier calle de nuestro país te pueden detener por tu apariencia también y nadie levanta una voz.

Si entras a un banco con gorra y lentes oscuros, si caminas con una mochila en la espalda así seas plomero o si sales a caminar de noche, reza porque no pase junto a ti una patrulla porque no te libras de su intercepción.

Entonces ¿de qué estamos hablando?, ¿esto no es discriminación en base a la apariencia? Al parecer no, porque aquí lo llaman función preventiva de la autoridad. En Arizona sí lo es, aunque esta persona cometió ya un delito al ingresar ilícitamente a otro país.

Además ¿dónde queda el derecho a la libre auto determinación? ya que el 70% de los habitantes de Arizona está de acuerdo con esta ley.
Por lo visto solamente exigimos respeto cuando de nuestras decisiones se trata pero nos creemos con el derecho de intervenir en los asuntos internos de otro país y eso que nuestro gobierno se auto denomina "no intervencionista" aunque este ejemplo deja muy en claro que esto tampoco es cierto y que todo país interviene cuando tocan sus intereses económicos.

Finalmente, todos los que exigen un trato humanitario en otros países deberían empezar por realizar protestas y marchas por los miles de indocumentados Centroamericanos que cruzan nuestra Frontera Sur aquí mismo en Tabasco y que según las cifras, el 60% de las mujeres son vejadas sexualmente y casi todos son extorsionados por las mismas autoridades mexicanas.

El buen juez por su casa empieza.